¿Es el calzado causa de los Juanetes?
Dr. José Manuel Castillo
Los Juanetes, Hallux abductus valgus en el argot podológico, es una de las deformidades más frecuentes y preocupantes de nuestra población adulta. Se trata de la desviación del primer dedo del pie (dedo gordo) hacia adentro y del propio metatarsiano en sentido contrario; aunque posiblemente la población general lo asocie con la exostosis medial característica que aparece, y en muchas ocasiones, con la bursa dolorosa asociada a la compresión añadida del calzado. Es una deformidad frecuente en el adulto, progresiva y con una escasa incidencia en la población infantil (rara vez congénita).
Mucho se ha hablado sobre las causas y tratamientos del Juanete, con gran controversia en ambos casos. Por un lado, existe la creencia popular de que es «herencia familiar»; y por tanto «inevitable», lo cual no es del todo cierto, aunque en la morfología del pie y en sus características biomecánicas existe una evidente influencia genética. Por otro lado, también se postula que el calzado es uno de las principales causas, lo que tampoco se puede afirmar con total rotundidez. Diferentes estudios descriptivos han demostrado la relación directa de esta deformidad dígito-metatarsal con la presencia de alteraciones biomecánicas en el pie, es decir, patologías complejas que atienden a la forma de «pisar» y al comportamiento mecánico del pie, fundamentalmente en relación a la dinámica. Entre éstas, la más frecuente es la pronación patológica o hiperpronación del pie; asociada bien a un pie valgo, plano valgo o bien a situaciones de inestabilidad del antepié (zona anterior del pie) que de forma indirecta provocan esa pronación excesiva o patológica en dinámica. Hay otras causas o factores predisponentes, entre ellos la forma de la cabeza del propio metatarsiano (en relación a su estabilidad); o causas externas, como el desarrollo de una determinada actividad laboral o el propio calzado, que pueden favorecer el desarrollo de esta deformidad o agravarlo. En este sentido, el calzado estrecho y con tacón alto va a aumentar la compresión sobre la articulación que forman el primer metatarsiano y el primer dedo y, por tanto, favorecerá el proceso inflamatorio relacionado con la bursa característica de esta deformidad, y por ende, aumentará la sintomatología dolorosa.
Estudios científicos podológicos han demostrado que, en poblaciones femeninas que usan de forma habitual y prolongada un calzada de tacón-de entre 4 y 7 cm. de altura -, no se encontró relación directa entre la presencia del Juanete y la altura del tacón, o el tiempo estimado de uso de ese calzado específico. Necesitaremos más estudios para comprobar la relación del calzado estrecho y de tacón con el empeoramiento de esta deformidad, o con el agravamiento de la sintomatología dolorosa. En lo que si parece que hay acuerdo es que, casi en la totalidad de los casos de HAV o juanetes, hay detrás una alteración biomecánica podológica. Lo que nos indica que sí somos capaces de tratar esta alteración primaria, frenar su evolución o compensarla, estaremos previniendo también el desarrollo del Juanete o HAV; y en esta tarea los tratamientos personalizados ortopodológicos (soportes plantares o «plantillas a medida») tiene mucho que decir…Avanzaremos en este tema en la próxima publicación.
