Cómo cuidar los pies en verano
En verano es habitual que los pies sufran mucho debido a las altas temperaturas, la sequedad, el contacto con el agua o el tipo de calzado. Si no se cuidan los pies de manera adecuado aparecen enfermedades y dolencias como hongos, fascitis plantar, ampollas, sobrecargas, uñas encarnadas, grietas…
Os mostramos una serie de indicaciones sobre cómo cuidar los pies en verano.
Mantener la hidratación
Con las altas temperaturas, los pies pueden resecarse. Esto provoca durezas que pueden llegar a infectarse. La solución pasa por aplicar diariamente una crema hidratante y en caso de que haya grietas, una emoliente a base de urea.
Es importante dejar que absorba bien la crema extendiéndola, pues el exceso de humedad favorece la aparición de hongos.
Corte de uñas
Otro consejo importante sobre cómo cuidar los pies en verano es cortarse las uñas de forma recta y no redondeada, no sólo en verano, sino todo el año, para que no aparezcan las dolorosas uñas encarnadas.
En verano los pies se hinchan y este proceso se hace más necesario. Es preferible utilizar un cortaúñas a unas tijeras.
Calzado adecuado
Aunque apetezca usar chanclas y sandalias, la piel del pie sufre al estar sometida constantemente al roce de estos zapatos. El zapato adecuado en verano es aquel que incorpora una sujeción del pie cercana al tobillo, que sujete también el talón y con arco interno. El material debe ser transpirable y el tacón, de unos dos o tres centímetros.
Prevenir las infecciones
En lugares de uso público como piscinas, vestuarios o duchas públicas es común la aparición de hongos e infecciones como el pie de atleta o los papilomas plantares. En estos espacios se deben utilizar siempre chanclas o calcetines de látex.
Tampoco es aconsejable estar descalzo en lugares con aguas estancadas o en habitaciones de los hoteles, especialmente si tienen moqueta. Como norma general, no hay que compartir toallas ni calzado.
Secar bien los pies tras el baño
Tras cada baño, hay que secar cuidadosamente los pies, sobre todo entre los dedos. La humedad favorece el contagio de hongos e infecciones.
Protección solar
Los pies son los grandes olvidados cuando se aplica protección solar, es importante que esto no ocurra para evitar quemaduras, sobre todo en la zona del empeine, que es la más sensible.
Hiperhidrosis
Hiperhidrosis es el exceso de sudoración. Esto provoca una maceración de la piel, que la reblandece y genera grietas que se pueden infectar.
Nuevamente, un consejo sobre cómo cuidar los pies en verano es el de secar muy bien el pie tras cada baño o ducha, insistiendo en todos los pliegues, utilizar antitranspirantes y llevar calcetines de algodón a cambiar a diario o incluso varias veces al día.
Situaciones especiales
Las personas con diabetes o problemas circulatorios han de cuidar al extremo los pies para evitar que aparezcan grietas que se pueden infectar. La solución pasa por hidratar muy bien los pies y seguir el resto de consejos que hemos comentado.
Sebior
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