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Nuestros pies en otoño

Nuestros pies en otoño

Cuidar los pies en otoño es fundamental para mantenerlos con un estado saludable apropiado. El otoño es una estación donde el cambio de tiempo está a la orden del día y hay que vigilar una serie de aspectos para que los pies en otoño disfruten de un buen estado de salud.

Los cambios de temperatura

En verano, con las altas temperaturas y el calzado abierto es común que el pie se dilate y se hinche. Cuando llega el cambio de estación, si se han producido muchas durezas o existe alguna afectación vírica, se recomienda una revisión y una visita al podólogo. Hay que ir preparando al pie para pasar de un calzado abierto a un calado cerrado, y para ello la solución pasa por ir utilizando calcetines o medias conforme se acerca el otoño.

Cuidado con la humedad

Otro de los problemas de los pies en otoño es la humedad. Si el pie se humedece por el sudor hay que cambiar el calcetín tantas veces como haga falta. Si se trata de humedad exterior, usar un calzado lo más impermeable posible.

Mucho cuidado con el sudor, pues la humedad es un foco donde los hongos proliferan y se producen infecciones por bacterias, hongos o virus.

Calcetines de hilo o algodón

Los calcetines, que son el mejor aliado para cuidar de nuestros pies en otoño, deben ser de hilo o algodón, que dejan al pie transpirar y que el pie no reabsorba la humedad.

Principales afecciones de los pies en otoño

En esta época del año suelen aparecen sobre todo patologías dérmicas o afecciones por el cambio de calzado. Verrugas por infecciones de aguas estancadas en piscinas y fascitis o metatarsalgias al pasar de calzado plano a zapatos con tacón.

El cuidado de los pies de los niños

Los niños son un sector de la población de riesgo porque hasta los 16 años es posible corregir ciertas patologías. Para cuidar los pies de los niños es importante observar sus posturas al caminar, para que no ocurran desviaciones en las articulaciones.

En cuando al calzado de los niños, cuando comienzan a caminar deben ser zapatos blandos y conforme van creciendo, que la suela sea más gruesa y con calzado de piel.

Por supuesto, para cada actividad se requiere un tipo de calzado diferente, pues el uso de calzado inadecuado puede provocar dolores musculares y afecciones en los pies.

Por último, en el aspecto de la higiene es importante hidratar los pies a diario y si hay exceso de sudoración, utilizar algún tipo de antitranspirante. En cuanto al corte de uñas, debe ser recto, para evitar que se claven en los dedos.

Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología “SEBIOR”

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